La Actuación: Un Escenario Para Crecer

EL VALOR DE LA ACTUACIÓN EN LOS NIÑOS Y JÓVENES

Actuar no es solo subirse a un escenario, actuar es también aprender a expresarse, descubrir su voz, comprender sus emociones y ganar confianza.

Durante la infancia y adolescencia, las experiencias expresivas tienen un impacto profundo en el desarrollo personal. En estas etapas, donde se construyen la identidad, la seguridad en uno mismo y las habilidades sociales, la actuación aparece como una herramienta valiosa para acompañar ese crecimiento de manera creativa y consciente.

A través del juego escénico, los más pequeños exploran el mundo desde la imaginación y el movimiento. Los adolescentes, por su parte, encuentran en la actuación un espacio para canalizar emociones, ensayar roles, comprenderse a sí mismos y fortalecer su voz en el mundo. En ambos casos, el arte dramático no solo entretiene, sino que transforma.

Cuando esta experiencia se enmarca dentro de un proceso formativo estructurado, los beneficios se hacen más visibles y sostenibles, permitiendo avanzar desde el reconocimiento del cuerpo y la voz, hasta la creación de personajes, la improvisación, el trabajo colectivo y la puesta en escena.  Esto es precisamente lo que se plantea en la Escuela de Actuación ITV Kids, para niños y adolescentes; un proyecto que ha ido creciendo con fuerza gracias a su propuesta formativa clara y transformadora.

Con una estructura dividida en 9 módulos de aproximadamente 12 sesiones cada uno, ITV Kids ofrece mucho más que clases de teatro: brinda un espacio seguro, creativo y formativo donde se desarrollan habilidades esenciales para su vida personal y social.

Cada módulo está diseñado como una etapa de descubrimiento. Desde los ensayos, hasta llegar a montajes teatrales o producciones audiovisuales que coronan el proceso. Los chicos aprenden a conocerse y valorarse mejorando su autoestima y seguridad.

Este camino progresivo permite que los niños y adolescentes no solo adquieran herramientas actorales, sino que también:

* Ganen seguridad al hablar en público.
* Aprendan a trabajar en equipo.
* Canalicen sus emociones de forma saludable.
* Desarrollen disciplina, empatía y creatividad.
* Descubran su potencial comunicativo y expresivo.

Las presentaciones finales son siempre una fiesta, pero lo más importante ocurre en el proceso: cuando un niño tímido se atreve a improvisar por primera vez, cuando un grupo crea una escena desde cero, o cuando logran ponerse en el lugar del otro para interpretar un personaje.  Porque actuar no se trata solo de representar, sino de atreverse a ser. De descubrir, en el juego y la escena, todo lo que se puede sentir, decir y construir. Y cuando ese proceso ocurre en un entorno que acompaña con respeto, creatividad y profundidad, los resultados trascienden el escenario. Los niños y adolescentes no solo aprenden a actuar: aprenden a confiar en sí mismos, a convivir, a crear. Y ese, sin duda, es el mejor papel que pueden interpretar en esta etapa de sus vidas.

Por: Yesmin Zajar

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